Presentación

Hola: Les queremos contar que, en este blog, van a encontrar muchos de los trabajos que hicimos nosotros, los alumnos de 7º B en el área de Lengua.

La escuela

La escuela
Rodolfo Rivarola

martes, 19 de agosto de 2008

La vida de dos poetas

Trabajando con el tema de las poesías nos encontramos con dos personajes del mundo de los versos que nos muestran sus sueños, pensamientos, valores, anhelos y deseos, a través de palabras escritas en un papel.
Estas dos personas elegidas para trabajar son Alfonsina Storni y Gabriela Mistral, dos mujeres que tienen en sus vidas algo más que las poesías en sus vidas.
Buscamos sus biograías y nos encontramos con esto:


Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, llamada Gabriela Mistral (Vicuña, 7 de abril de 1889 - † Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una destacada poetisa, diplomática y pedagoga chilena, que bajo el seudónimo de Gabriela Mistral se destacó de forma especial en la literatura.
Fue la primera latinoamericana (y la primera mujer en su especialidad) en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1945.
Hija de un maestro rural, que abandonó el hogar a los tres años del nacimiento de Gabriela, la muchacha tuvo una niñez difícil en uno de los parajes más desolados de Chile. A los 15 años publicó sus primeros versos en la prensa local, y empezó a estudiar para maestra en 1906 se enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles, Romelio Ureta, que, por causas desconocidas, se suicidó al poco tiempo; de la enorme impresión que le causó aquella pérdida surgieron sus primeros versos importantes. En 1910 obtuvo el título de maestra. En Santiago, y cuatro años después se produjo su consagración poética en los juegos florales de la capital de Chile; los versos ganadores- Los sonetos de la muerte- pertenecen a su libro Desolación (1922), que publicaría el instituto de las Españas de Nueva York. En 1925 dejó la enseñanza, tras actuar como representante de Chile en el Instituto de cooperación intelectual de la S.D.N., fue cónsul en Nápoles y en Lisboa. Vuelta a su patria colaboró decisivamente en la campaña electoral del Frente popular (1938), que llevó a la presidencia de la república a su amigo de juventud P. Aguirre Cerda. En 1945 recibió el premio Nobel de literatura; viajó por todo el mundo, y en 1951 recogió en su país el premio nacional. En 1953 se le nombra Cónsul de Chile en Nueva York.


Alfonsina Storni Martignoni ( Sala Capriasca, Suiza; 29 de mayo de 1892 –† Mar del Plata, Argentina; 25 de octubre de 1938), poeta y escritora argentina del Postmodernismo.
Infancia y juventud
La familia Storni -el padre de Alfonsina y varios hermanos llegaron a la provincia de San Juan desde Lugano, Suiza, en 1880. Hija de un industrial cervecero y cantón italiano del Ticino, Suiza.
Paulina, su madre, abrió una escuela domiciliaria, y pasa a ser la cabeza de una familia numerosa, pobre y sin timón. Instalaron el «Café Suizo», cerca de la estación de tren, pero el proyecto fracasó. Alfonsina lavaba platos y atendía las mesas a los diez años. Las mujeres comenzaron a trabajar de costureras. Alfonsina decide emplearse como obrera en una fábrica de gorras. En 1907 llega a Rosario la compañía de Manuel Cordero, un director de teatro que recorría las provincias. Alfonsina reemplaza a una actriz que se enferma. Esto la decide a proponerle a su madre que le permita convertirse en actriz y viajar con la compañía. Recorre Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero y Tucumán. Después dirá que representó Espectros, de Henrik Ibsen, La loca de la casa, de Benito Pérez Galdós, y Los muertos, de Florencio Sánchez. Cuando volvió a Rosario se encuentra con que su madre se ha casado y vive en Bustinza. La poeta decide estudiar la carrera de maestra rural en Coronda, y allí recibe su título profesional.

Elegimos un poema de cada una para expresar sus virtudes:


DULZURA
Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte dulzuras extremas.
Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo;
deja revolverlo sobre tu regazo.
Juega tú a ser hoja y yo a ser rocío:
y en tus brazos locos tenme suspendido.
Madrecita mía,
todito mi mundo,
déjame decirte los cariños sumos.

(Gabriela Mistral)



Tu Dulzura

Camino lentamente por la senda de acacias,
me perfuman las manos sus pétalos de nieve,
mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve
y el alma es como espuma de las aristocracias.
Genio bueno: este día conmigo te congracias,
apenas un suspiro me torna eterna y breve ...
¿Voy a volar acaso, ya que el alma se mueve?
En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.
Es que anoche tus manos en mis manos de fuego,
dieron tantas dulzuras a mi sangre,
que luego llenóseme la boca de mieles perfumadas,
tan frescas, que en la limpia madrugadade estío,
mucho temo volverme al caserío,
prendidas en los labios mariposas doradas.

(Alfonsina Storni)

Tipiadoras: Paula, Melanie.
Elección de poemas 7º B.